Velas, memoria y futuro en el 50º aniversario del Port de Sitges
- Dario D'Atri
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- 18 sept
- 3 Min. de lectura

El Port de Sitges cumple cincuenta años, y lo celebra como mejor sabe: con velas desplegadas sobre el horizonte del Garraf. Medio siglo después de su inauguración, Aiguadolç sigue siendo el corazón latente de la náutica local, un lugar donde tradición y modernidad se dan la mano. El 27 y 28 de septiembre, la Regata 50 Aniversari, celebra la náutica con un encuentro que es mucho más que una prueba deportiva: es un homenaje a la historia, al espíritu marinero de Sitges y a la nueva etapa del Club Nàutic Port de Sitges.
La regata servirá, además, como marco para la inauguración de la nueva sede social del Club, situada en pleno Poble de Pescadors, frente al paseo portuario. Una localización cargada de simbolismo, más cerca de la vida diaria del puerto, de sus visitantes y vecinos, de las risas infantiles de la Escola de Vela y de las maniobras de quienes entran y salen a diario de Aiguadolç.
“Queremos un club activo, abierto y útil para la comunidad”, resume Jordi Baijet, comodoro y presidente del Club Nàutic. Sus palabras reflejan una voluntad clara: que el club no sea únicamente un organizador de regatas, sino también un espacio cultural y social, un punto de encuentro que integre a Sitges y a su gente con el mar.
Medio siglo mirando al mar
El Port de Sitges–Aiguadolç, inaugurado en 1975, nació con la vocación de ser uno de los puertos deportivos más avanzados de su tiempo. Desde entonces, las aguas de Sitges han visto pasar regatas emblemáticas, pioneros del crucero y generaciones de jóvenes formados en vela ligera. De aquellos primeros impulsos del Club de Mar Sitges y el Club de Vela Sitges surgió, en los años noventa, el actual Club Nàutic, que consolidó la tradición marinera con citas que hoy forman parte del calendario mediterráneo, como la Sitges Vela Clàssica.
El club también ha sido motor de integración y apertura social. Desde 1988, la Escola de Vela Adaptada (EVA) ha acercado la navegación a más de 500 personas cada verano, procedentes de unos 30 municipios, en una labor pionera en España. Bautizos de mar, cursos especializados, formación de monitores y participación en regatas han hecho del puerto un espacio inclusivo, donde el mar se comparte sin barreras.
“El aniversario es una oportunidad para recordar de dónde venimos y proyectar el puerto hacia los próximos 50 años”, señala Albert Bertran, presidente del Port de Sitges. Una mirada que combina gratitud por la memoria y ambición por el futuro.

Dos días de regata, un puerto en fiesta
La Regata 50 Aniversari reunirá a una flota variada que competirá bajo reglamento ORC, con clasificaciones para barcos con y sin spinnaker. Nombres como Chatenay, Endless Party, Ping XV, Marclar, Nomada o Mambo III figuran entre los inscritos, representando tanto a históricos de la zona como a nuevos armadores que quieren inscribir su estela en esta celebración.
El sábado 27 comenzará con la reunión de patrones, la primera prueba en aguas del Garraf y la presentación oficial de la sede del Club. La jornada culminará con una cena conmemorativa en Can Laury, espacio icónico de la vida social de Aiguadolç. El domingo, la flota volverá al mar para una segunda regata antes de la entrada solemne de los barcos al puerto, la entrega de premios y un pica-pica frente a la nueva sede. Una imagen que quedará grabada en la memoria colectiva: velas entrando al abrigo de Aiguadolç, medio siglo después de que se abrieran sus muelles.
El mar como identidad
Más allá de la regata, lo que late en Sitges es una relación profunda con el mar. Cada spinnaker desplegado frente al Garraf es un recordatorio de que la identidad de la villa siempre ha estado marcada por su vocación marinera. De las pequeñas regatas sociales a las citas internacionales, de la vela ligera a la náutica inclusiva, de la convivencia vecinal a la llegada de turistas que buscan autenticidad, el Port de Sitges ha sido —y sigue siendo— una puerta abierta al Mediterráneo.
Cincuenta años después, la travesía continúa. Y en Sitges, cada aniversario se celebra como debe celebrarse: navegando.



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